La participación de FICYT en la Red Europea de Centros de Enlace para la Innovación se puede considera como el factor decisivo para la consolidación del servicio de apoyo y fomento a la transferencia de tecnología.

En el año 1995, la Comisión Europea lanza una convocatoria (Programa Innovación, IV Programa Marco de I+D de la Unión Europea) en la que solicita propuestas para crear una red que, dando cobertura a toda Europa, propicie los acuerdos transnacionales de transferencia de tecnología y los servicios de asesoramiento en temas relacionados con la presentación de proyectos al programa marco europeo.

Bajo la coordinación de la Fundación Empresa- Universidad Gallega (FEUGA), FICYT junto a la Fundación Universidad Empresa de Valladolid (FUEVA), el Parque Tecnológico de Boecillo y la Associaçao Universidade Empresa para o Desenvolvimento (TECMINHO) del Norte de Portugal, preparan una propuesta para la creación de un consorcio que actuando en el Noroeste de la Península Ibérica, pudiera ser miembro de la Red de Centros de Enlace para la Innovación.

La propuesta es aceptada y se constituye en Noviembre de 1995 el consorcio GALLAECIA, que daría cobertura a Asturias, Cantabria, Castilla y León, Galicia y Región Norte de Portugal.

Se constituye así una red que incluye, en un primer momento, 52 consorcios y que tiene como ámbito de actuación la Unión Europea, Islandia y Noruega, existiendo también acuerdos con algunos países de Europa Central y del Este.

El trabajo fundamental de la red es facilitar a las empresas de Europa el acceso a las soluciones tecnológicas que necesitan para mejorar su competitividad y facilitar la difusión de tecnologías desarrolladas en su ámbito de trabajo. También favorecer la participación en programas europeos, a través del asesoramiento técnico y de la búsqueda de socios.

Es de ley decir que la red tuvo unos inicios difíciles: estaban trabajando juntos 52 consorcios con experiencia en transferencia de tecnología, pero no existía una metodología de trabajo en común.

También hay que subrayar que la Comisión Europea apostó por esta red: es evidente que el nivel de resultados de investigación que se tienen a nivel de Europa es altísimo, pero no el nivel de explotación de los mismos. Basándose en el hecho de aumentar la competitividad de las empresas a través de la innovación, la Comisión Europea apoya la red constituyendo una Unidad de Coordinación que determine las "reglas del juego" de la Red.

Se desarrollan a partir de este momento dos herramientas de comunicación que serán la base del éxito de la red:

  • El BBS centralizado en Luxemburgo y a través del cual circula toda la información de la red referida a tecnología, proyectos y organización de eventos. El BBS es una base de datos en línea en la que se encuentra toda la información de la red y que se actualiza diariamente.
  • La constitución de grupos temáticos con el fin de potenciar la colaboración y la planificación de actividades concretas en diferentes áreas con los centros de enlace más afines

Los dos primeros años de la red permitieron la consolidación de la misma y tras una fase de evaluación realizada por expertos independientes, se tuvo la constancia de que en Europa y pese a que la red de centros de enlace para la innovación no es la única que trabaja en temas relacionados con transferencia de tecnología, sí es considerada como el punto de contacto preferido por las más de 700 empresas entrevistadas en toda Europa.

No se debe olvidar que la información que circula por la red está filtrada y avalada por cada una de las organizaciones que integran los consorcios que constituyen la red. Este es precisamente el valor añadido de la red: el respaldo profesional que tiene toda la información que por ella circula.

Centrándose en el caso concreto de la FICYT en el marco del centro de enlace para la innovación GALLAECIA y en el marco más amplio de la red europea, toda la problemática que sufrió la red en sus inicios es trasladable a la misma. Más aún, estando trabajando en un marco europeo, el Centro de Enlace Gallaecia se encuentra con un panorama industrial que nada se parece al de otros países de Europa: sólo muy pocas empresas del noroeste de la Península Ibérica están familiarizadas con el tema de la transferencia tecnológica, siendo en muchos casos necesaria la identificación previa de las necesidades tecnológicas e incluso de las potencialidades tecnológicas.

Por todo esto, el primer período de funcionamiento de Gallaecia se traduce en actividades de sensibilización hacia la transferencia de tecnología, de detección de necesidades tecnológicas, de detección de ofertas tecnológicas y de captación de "clientes".